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Compras que cambian realidades

Al momento de adquirir insumos para tu empresa o hacer un regalo corporativo la elección no siempre es fácil, ya que la variedad de opciones es abrumadora. Pero hay un elemento que puede marcar la diferencia: conocer quién está detrás del producto y cómo nuestra compra puede impactar de forma positiva su realidad.

Ser agentes de cambio

En general no somos conscientes de que nuestras pequeñas decisiones de consumo terminan influyendo a una persona, a un grupo o al medioambiente. En Sellin estamos convencidos de que esto es así y de que una simple elección de compra puede contribuir a crear una economía sostenible, amigable con la naturaleza y que aporte al desarrollo socio-económico de las comunidades.

Por eso siempre decimos que elegir nuestros productos es hacer una compra con impacto social en múltiples niveles: ayuda al desarrollo económico de los microemprendedores de la red, revaloriza su trabajo, fomenta el arraigo territorial y contribuye a hacer del comercio justo una realidad en la sociedad.

“Queremos tener impacto en el trabajo decente y el desarrollo económico. Que todas las personas puedan elegir lo que quieren ser, que no sean presos de sus circunstancias, sin importar dónde se encuentren. El foco está en las personas y los microemprendimientos. Queremos que tengan una vida digna y la dignidad pasa por la capacidad de elección”

Esta frase de Mariana Chilibroste, cofundadora de Sellin, resume muy bien a qué nos referimos cuando hablamos de impacto.

Una empresa, un aliado

Las empresas son grandes actores en esta comunidad Sellin, porque cuando deciden qué regalar a sus clientes y empleados en fechas especiales, están decidiendo qué tipo de economía quieren generar con sus compras y por ende, qué mundo quieren construir. Cuando se trata de insumos en su cadena de abastecimiento, este impacto se multiplica.

Las compras con impacto no solo hacen crecer a los microproductores, sino que también fortalecen la cultura interna de las empresas y las ayudan en el proceso de reconversión hacia un modelo sostenible.

“Los regalos que hemos desarrollado juntos han generado una muy buena repercusión en los clientes y aliados, por lo creativo y por lo ’sentido’. En esto hemos trabajado junto a Sellin, en encontrar nuestro para qué regalar y qué regalar”

Así lo presenta Ximena Varón, codirectora de la consultora Gemma, con quienes desarrollamos un proyecto circular en el que, con tapitas recolectadas por sus clientes, creamos un producto de diseño que volvía a ellos como un regalo promocional.

Más que un vínculo de proveedor-cliente, nos gusta pensar en formar alianzas, en las que se generan beneficios mutuos. Brindamos una venta consultiva, asesoramos a las empresas en función de lo que quieren comunicar y juntos desarrollamos el producto que sea más adecuado para cada momento.

“Entendemos los tiempos y mecanismos del mundo corporativo y nos adaptamos a ellos. Somos el vehículo para que aquellas personas y empresas interesadas en comprar con impacto y apostar al desarrollo sostenible puedan hacerlo”

De esta forma Diego Fraga, cofundador de Sellin, resume el vínculo que buscamos construir junto a personas y organizaciones.

Todo en un lugar

Contamos con un amplio abanico de productos: desde mermeladas, vinos, cervezas, alfajores, tablas de madera o alfombras hasta tapabocas y alcohol en gel. Y si el cliente quiere algo que no está en el catálogo, lo buscamos: si alguien lo produce en Uruguay, seguro podemos conseguirlo.

Ponemos a disposición nuestra experiencia en comercialización, marketing y desarrollo de producto, la calidad, el cumplimiento y la flexibilidad para adaptarnos a las necesidades y requerimientos de cada cliente. Comprarle a Sellin es un proceso de compra normal para la compañía, tanto en el cumplimiento de las exigencias como en los tiempos de pago, sin afectar a los microproductores, a quienes les pagamos en el día, aunque por parte del cliente el pago sea en diferido. En resumen, somos una solución llave en mano para que las empresas puedan generar un impacto positivo con sus compras.

Potenciar lo positivo

Sabemos que podríamos sensibilizar a los posibles compradores mostrando las realidades difíciles que viven algunos de los emprendedores de la red, pero en Sellin decidimos no hacer marketing de la desgracia. Queremos que las empresas compren por la calidad de los productos, por el valor del trabajo y por el cambio que quieren generar en el mundo. No trabajamos sobre el concepto de donaciones y no somos una ONG, sino una empresa que busca revalorizar el trabajo de los microproductores y potenciar su profesionalismo. Los emprendedores de nuestra red se enfrentan a estándares de calidad y a cumplimientos de plazos, que les aportan herramientas para posicionarse frente al mercado más allá de Sellin.

Queremos compartir con ustedes la experiencia de dos emprendimientos que nos enorgullece que formen parte de la red. Uno de ellos es el de Julia Olarte. Ella es del departamento de Flores y es la fundadora de la marca de alfajores Cuatro de Julia, un proyecto que surgió en 2019 y cuyo nombre es en honor a sus cuatro hijos. Casi desde el comienzo Julia se sumó a Sellin y ha participado en varios de nuestras propuestas, entre ellas la caja sorpresa de Codo a Codo.

“Sellin es una gran ventana, una vidriera fantástica para el emprendedor y da una mano muy grande. Lo veo como emprendedora del interior, que a veces nos cuesta mucho darnos a conocer. Para mí es tremenda oportunidad. Gracias a Sellin logré muchas ventas y recibí llamados de reconocimiento por lo rico de los alfajores y eso es un plus que me da la red”, cuenta Julia.

Por otro lado, Caseras de India Muerta (Rocha) es un emprendimiento familiar que surgió en 1996 en la localidad que le da nombre, dedicado a la elaboración artesanal de dulces, mermeladas, jaleas, salsas y licores. Lo que comenzó como una entrada extra de ingresos basado en una tradición familiar se convirtió en una pequeña industria. Sus productos más distintivos son los derivados del butiá, fruto nativo típico de Rocha. Para Cecilia González, segunda generación de la familia en la empresa, Sellin es un cliente que genera posibilidades.

“A nosotros nos sirve y nos gusta la propuesta. Puntualmente este año cuando surgió lo del COVID-19 fue un aliento, porque en un momento se cortaron los pedidos. Muchos clientes nuestros cerraron y no sabíamos qué iba a pasar”, cuenta Cecilia, “Para nosotros es importante ser parte y que elijan nuestros productos, además está bueno poder crear algo en conjunto, más allá de la oferta fija que tenemos”.

Y así como Cuatro de Julia y Caseras de India Muerta, son cientas las microempresas del interior del país que tienen algo para contar, mucho para aportar y ganas infinitas de crecer.

Para nosotros las distancias no son un obstáculo, sino una oportunidad.

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